martes, 29 de junio de 2010

INTEGRACION ESCOLAR PARA DISCAPACITADOS



Tesis: “¿Integración o exclusión de niños discapacitados en las escuelas regulares?”
Empezare definiendo integración, exclusión y discapacidad. La RAE define integración como la acción y efecto de integrar o integrarse. Es así como la integración social, por su parte, es un proceso dinámico y multifactorial que supone que gente que se encuentra en diferentes grupos sociales o que posean distintas capacidades se reúnan bajo un mismo objetivo. La exclusión hace referencia al rechazo de una persona o cosa, dejándola fuera del lugar que debería ocupar. Por su parte, la OMS afirma que la discapacidad sólo se da cuando existe interferencia en el funcionamiento social, siendo las personas con discapacidad, aquellas cuya autonomía personal se ve afectada, en diferentes grados y con diversas implicancias, a causa de una condición física, social, psíquica o sensorial, que interfiere en su desempeño ocupacional.
La pregunta en la cual se basa este ensayo nos presenta la disyuntiva entre la integración o exclusión de niños discapacitados en las escuelas regulares. A continuación revisaremos los beneficios que les aporta, tanto a las personas discapacitadas, como a su entorno la integración, por lo tanto, nos pondremos a favor de ella.
INTEGRACION
La asistencia de niños discapacitados a colegios convencionales, les permite:
-Sentir la sensación de pertenencia a la comunidad y a su vez sentirse participe de la comunidad, es decir, no solo sienten que son parte de la comunidad, sino también que pueden participar en ella como cualquier ser humano exento de limitaciones.
-Les permite también compartir con sus otros compañeros un recreo, pudiendo ser tan beneficioso emocionalmente para el niño con discapacidad, como para quien se relaciona con este, ya que la interacción es primordial en el proceso de integración.
- Los niños con desventajas que se integran a clases normales mejoran su autoimagen, muestran más capacidad de juego social, interacciones sociales más apropiadas, más capacidad de iniciar relaciones con los compañeros, más aprendizaje de lenguaje, juegos más complejos, obtienen más conocimientos generales y mejor desarrollo motor que aquellos que están confinados en aulas especiales.
-Por su parte, los niños sin desventajas se benefician mucho en el aprendizaje de habilidades sociales en aulas en las que hay integración con niños especiales, sin afectar en lo más mínimo sus logros de otros aprendizajes comparados con aulas donde solo hay niños normales. Según reportan padres y profesores, en las aulas integradas los niños normales se vuelven menos pre-juiciosos, menos estereotipadores, más sensibles y alertas a las necesidades de los demás y por lo tanto más cooperativos. Esto refleja el potencial de beneficio social que tiene las aulas integradas con niños sin dificultades.
Estudios en EE.UU nos demuestran que alumnos de bajo rendimiento muestran mejoras en su rendimiento académico y social cuando sus profesores trabajan con salones integrados. Además, todos los alumnos ganan en el entendimiento de las diferencias interpersonales y la necesidad de aceptarse unos a otros tal como son. Todos desarrollan una más fuerte sensación de autovaloración, una renovada apreciación de sus habilidades y logros y el valor de valorarse a cada uno como un ser único.
EXCLUSION
La exclusión de los niños discapacitados en las escuelas regulares, por su parte benefician a las personas sin desventajas, ya que les permite trabajar a un ritmo optimo, sin retrasos.
Los profesores también se ven beneficiados con la exclusión ya que la integración los perjudica y los retrasa, debido a que el incluir niños con discapacidades en sus salas de clases, les implicaría no solo muchos años de formación institucional, aparte de los ya cursados, sino también la aplicación simultanea de varios de estos conocimientos curriculares en forma paralela, lo que imposibilitaría el dictado de clases normales.
Al excluir estos niños de las escuelas regulares, el aprendizaje se daría más rápido, ya que no existe la necesidad de parte del profesor, de detenerse a enseñar uno por uno, atendiendo las distintas necesidades que cada persona requiere, más aun las personas discapacitadas.
La exclusión no solo afecta al entorno de las personas discapacitadas, sino también a ellas mismas, un ejemplo claro de esto nos da a entender una educadora al referirse a una niña con Síndrome de Down. “Es triste ver a esas niñas, porque uno sabe que ahora están bien en sus cursos, pero cuando crezcan van a pasarlo pésimo, cuando sus compañeras pololeen y ellas no, cuando no la inviten a las fiestas” además agrega “que (las niñas con sindrome de Down) estén en el colegio ha traído una serie de problemas, porque los profesores se quejan de que se les exija capacitarse en su educación y ellos nunca eligieron ser psicopedagogos o terapeutas, uno estudió pedagogía y ahora o se dedica a tratar con discapacitados o pierde el trabajo”.
A su vez una ex directora comenta “para mi es una crueldad (la integración) porque es como refregarles en la cara a esos niños que es lo que no pueden hacer porque nacieron distintos”.



Respondiendo a la preguntada inicialmente planteada podemos decir que,
son más los beneficios que nos entrega la integración de los niños discapacitados a las escuelas regulares, que los que nos entrega la exclusión de estos.
Al hablar de integración nos estamos refiriendo al proceso integral de incorporación de niños o jóvenes con discapacidad al sistema regular de educación, la cual ayuda tanto a los niños discapacitados, como a quienes se desarrollan educativamente con ellos, ya que la interacción de ambos nos lleva a un crecimiento personal y social. La entrega mutua de conocimientos, sentimientos, experiencias, nos ayuda a aceptar la diversidad y sacar provecho de ella, tomando en cuenta las distintas necesidades de cada persona.
La integración escolar es fundamental porque conduce a una integración social de las personas con mayores necesidades, y a su vez nos lleva a una aceptación de lo “diferente”. No basta con que el individuo esté inserto en un medio social y cultural sino que es necesario que interactúe con las demás personas, para ello necesita de habilidades sociales, las cuales no son innatas sino aprendidas en el acto mismo de la interacción.
Está comprobado experimentalmente que las clases que incluyen exitosamente a los alumnos con discapacidades, le dan la bienvenida a la diversidad y atienden las necesidades individuales de todos los alumnos, tengan o no discapacidades. En el fondo, desde el punto de vista moral, de lo que se trata en las aulas integradas es de poner en práctica el sentido del respeto a las diferencias. Si bien las opiniones de las docentes citadas en el ensayo están en contra de la integración, creo que los argumentos que dan, están más dirigidos a sus propios prejuicios, más que a los contra para las mismas personas con discapacidad.
La inclusión es opuesta a la exclusión; la integración está dirigida a la existencia de una sociedad abierta, tolerante, que se enriquece con la participación de las personas con discapacidad en la vida económica, social y cultural del país. Las diferencias nos asustan, pero esto es porque nos falta relacionarnos más con personas distintas, para que nos ayuden a entender lo distinto como cotidiano y no se quede siempre como distinto sin hacer nada para cambiarlo.


Constanza Belén Godoy Silva

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