martes, 29 de junio de 2010

Calidad en la Educación Chilena.

Daniela Cabezas Navarrete.

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             La educación es un aspecto muy importante para todo el mundo y en todos los ámbitos de nuestra vida, nunca dejaremos de aprender, ya que  es fundamental para el  proceso de socialización de los individuos. Al educarse, una persona asimila y aprende conocimientos, lo que implica una concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren modos de ser de las generaciones anteriores. El proceso educativo se materializa en una serie de habilidades y valores, que producen cambios intelectuales, emocionales y sociales en el individuo.

La educación, tanto la recibida en la familia, como en la escuela, es la herramienta principal para alcanzar el desarrollo y la equidad. En Chile utilizamos el concepto de Calidad para evaluar la Educación, según La OCDE (1995) define la Educación de Calidad como aquella que "asegura a todos los jóvenes la adquisición de los conocimientos, capacidades, destrezas y actitudes necesarias para equipararles para la vida adulta".

              Entonces la Educación de Calidad en Chile es una ¿utopía o realidad?, tengo algo claro,  es un sueño al que todos anhelamos, si bien cada día se avanza para logran la calidad aun falta mucho, según Educar Chile “Nuestro sistema educacional no esta funcionando bien. No esta permitido a todos los niños comenzar la carrera de la vida desde la misma línea de partida. Hay serias deficiencias de cobertura y calidad en la educación a la que acceden los más pobres. Con frecuencia, no son el talento y el esfuerzo los que abren camino a las etapas superiores de la educación, sino los recursos de que dispone la familia del estudiante. Nuestro sistema educacional, lejos de ofrecer a todos una justa oportunidad y una buena calidad, fabrica desigualdad”.  

 No puedo dejar de destacar, que la desigualdad es sinónimo de equidad y esta última es fundamental para que exista  educación, su objetivo es que todos logren el mismo estándar educacional, que exista igualdad no importando los niveles sociales, para así poder promover la movilidad social y que todos puedan tener las mismas oportunidades.

              No podemos hacernos los ciegos antes el grave problema de calidad de la educación básica y media en nuestro país, según revelaron exámenes tanto nacionales como internacionales, a los que han sido sometidos los alumnos de los diferentes niveles educacionales. Recientemente, los resultados del Simce han provocado nuevamente esta discusión, “La situación más crítica se genera en Educación Matemática donde sólo un 13% de los estudiantes de 8º Básico logran el nivel esperado para su curso y un 62% no logra todos los aprendizajes que debiera tener un niño de 6º básico, es decir, va dos cursos atrasado. En Lectura para 4º Básico, un 39% logra el nivel esperado o Nivel avanzado, un 27% un Nivel Intermedio, alcanzan aprendizajes correspondientes a 3º Básico, y un 34% Nivel Inicial no alcanzan aprendizajes correspondientes a 3º Básico. Para 8º Básico, un 26% de los evaluados logra el nivel esperado para su curso, un 36% se ubica en Nivel Intermedio, están retrasados en un curso, poseen aprendizaje correspondiente a 7º Básico, y un 38% está en Nivel Inicial, no alcanzan aprendizajes correspondientes a 7º Básico”. Sostuvo el Ministro de Educación Joaquín Lavín.

Debemos saber que existe Calidad en la Educación, cuando hay calidad en los aprendizajes y lo que hemos visto estos últimos años en Chile no es el reflejo de esto.

 

             En cuanto a la Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, si bien el espíritu impregnado en ella es acertado, hay varios elementos que no dejar de preocupar, la Ley presupone coordinaciones entre la supervisión  del uso de los recursos públicos, así como establecer estándares de calidad y medirlos con rigurosidad, otro punto es que al país le urge contar con Directores de mayor nivel. Es difícil pedirle resultados a un Director cuando no puede opinar, sobre el presupuesto de su escuela, sobre la contratación de sus profesores, y cuando su opinión pesa escasamente incluso en la evaluación de los mismos.

“La palabra “Director” no aparece en este proyecto de Ley, salvo en indicaciones relativas a la medición de su desempeño” (Educación 2020).

              En relación a la labor de la Agencia de Calidad esta  debiera ampliarse para atender temas fundamentales para la calidad educativa, como son la revisión de los sistemas de acreditación de carreras pedagógicas y la calidad de los profesionales que proporcionarán asistencia técnica a la escuela.

 “No es posible que el Ministerio continúe teniendo un rol de evaluación y a la vez de levantamiento de programas (Artículo 112). La evaluación de programas y políticas debe quedar en manos de la Agencia de Calidad y Superintendencia.” Planteo Educación 2020.

 Estos puntos que no están   bien resueltos,  dejan en evidencia que aun faltan muchos peldaños para poder hablar de una buena calidad en lo amplio de la palabra.

 

              Lograr una real Calidad en la Educación Chilena no depende fundamentalmente de las legislaciones, leyes, ni recursos que se establezcan  para fomentarla, no sirven de nada si están solo escritas en papel, sin que se lleven a cabo.

Se necesita un cambio en la mentalidad de las personas, en las actitudes que cada uno opte como estudiante, apoderado, profesor,  director de escuela, en cada hogar y colegio de nuestro país.

 

             La Educación de Calidad significa investigar, formar profesores y documentarlos. Tiene la  necesidad de  que la escuela prepare para la vida en  democracia, que la administración sea eficiente respecto a los recursos disponibles, que existan resultados de aprendizajes, logros educativos y un acceso a la educación, participación y promoción.

              Si bien existe un conjunto de factores que influye en la calidad como los programas educacionales, los textos, la infraestructura o como la formación de los profesores ninguno de ellos, ni todos juntos garantizan los resultados de la calidad, estos factores son sólo instrumentos, porque la calidad tiene que ver con una expresión cultural ejercida por los principales actores: estudiantes y profesores, los padres y la sociedad en su totalidad.

 

             La educación no es puramente un asunto de cifras e indicadores, es una cuestión de amor, valores y disciplinas, ni mucho menos la podemos separar de la equidad, ya que sin ella no existe educación, su objetivo es que todos logren un mismo estándar educacional, igualdad de oportunidades y fundamentalmente promover la movilidad social, entonces como podríamos decir que sí existe calidad en nuestro sistema educacional, si hemos visto con resultados contundentes que la brecha social aun persiste entre los colegios particulares, particulares subvencionados y sobre todo con los colegios municipales, si bien la brecha a disminuido no es suficiente y mientras esta persista no podemos hablar de una real calidad y seguiremos con este sueño de igualdad inconcluso.

 

 

              No basta con establecer normas y requisitos, sino que es tarea de nosotros como sociedad, ayudar a que todos los niños, jóvenes y adultos de nuestro país puedan acceder a los mismo derechos y recibir las mismas oportunidades, mientras esta mentalidad no cambie, seguiremos teniendo una Educación de Calidad lejana a la realidad que deseamos como país lograr.

La mejora de la calidad educativa en Chile requiere de medidas a largo y corto plazo, es el tema central que define el futuro del país, su crecimiento, equidad, justicia social, y también su capacidad para competir en el mundo globalizado y complejo en el que nos encontramos.

 

“La educación no consiste en llenar un cántaro sino encender un fuego”

William B. Yeats, 1865-1939

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