martes, 29 de junio de 2010

Educación Especial En La Sociedad Actual

Paulina Correa Navarro

Partamos por una base sólida, dando una definición concreta de lo que ha sido y es la Educación Especial.

La Educación Especial es una modalidad del sistema escolar, de tipo transversal e interdisciplinario, encargada de potenciar y asegurar el cumplimiento del principio de equiparación de oportunidades de aquellos niños, niñas y jóvenes que presentan necesidades educativas especiales derivadas o no de una discapacidad.

Al tener esto, ya podríamos decir que a nivel social se reconoce la variedad de sujetos en el ámbito escolar, que existe un reconocimiento de las diferencias, respeto y tolerancia a lo "diverso". La pregunta que muchos nos hacemos es: ¿Tenemos una sociedad que realmente acepte diferencias, que respete la diversidad física y psicológica o que, para entrar ya más al tema, acepte aquellos niños que por genética o ambiente son “especiales”?

La UNESCO nos dice “Existe la imperiosa necesidad de cambiar la perspectiva social. Durante demasiado tiempo, los problemas de las personas con discapacidades han sido agravados por una sociedad invalidante que se fijaba más en su discapacidad que en su potencial”.

En la década de los 80 comenzó un cambio radical en las actitudes profesionales y públicas hacia las necesidades especiales que marcó el comienzo de un gran movimiento hacia la integración de las personas con necesidades educativas especiales dentro de las escuelas ordinarias. Los padres de aquellos niños, por años han luchado para que realmente a sus hijos se les integre en escuelas normales, como el resto de los niños. Si bien, a medida que han avanzado los años, a las escuelas les han entregado una implementación adecuada para que las necesidades de estos niños puedan satisfacerse, aún falta lo más importante… imponer una cultura inclusiva que vaya desde el hogar. Que los padres enseñen a sus hijos desde pequeños a respetar a aquel compañero que es diferente y que por sobre todo, merece el mismo respeto que todos debiéramos tener por el otro.

La Convención Internacional sobre los derechos de las personas con Discapacidad de Naciones Unidas, ratificada por Chile y la mayoría de los países del mundo, reconoce  la importancia de la accesibilidad al entorno físico, social, económico y cultural, a la salud y la educación y a la información y las comunicaciones, para que las personas con discapacidad puedan gozar plenamente de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Aún en Chile, el progreso en cuanto a integración e inclusión no es satisfactorio, si bien es cierto, en cuanto a educación hay bastantes avances, aún existen ciertos puntos que no se han tratado con seriedad, o simplemente no se han tratado.

Es esencial plantear soluciones dirigidas a eliminar las barreras arquitectónicas existentes, las cuales representan el principal problema para la libre movilidad y uso del espacio público por parte de todos sus habitantes, principalmente por parte de las personas con discapacidad.

Que la generación de planes de accesibilidad  a través del desarrollo de proyectos de arquitectura, diseño urbano y diseño de objetos que, desde su inicio, consideren los conceptos del diseño universal y así ayudar a la creación de una conciencia colectiva de inclusión social.

Como futuros profesionales, tenemos que tener una visión más amplia sobre este tema. Qué es lo que falta como país, como mejorar lo que ya tenemos, y como crear ambientes donde todo el mundo pueda estar sin problemas. Pero pareciera ser que en nuestro país la aseveración que nos muestra la UNESCO sigue vigente. ¿Hasta cuándo tendremos que esperar para cambiar esto? Porque resulta que son en su mayoría niños los que son excluidos, los que siguen arrastrando esa pena de ser mirados distinto en cualquier lugar… Son estos niños los que construirán nuestro futuro y aún no nos damos cuenta que sus sentimientos y metas son las mismas que nosotros tenemos, porque digamos la verdad, a veces no nos damos cuenta cuan egoístas con el otro somos.

Cuando hablamos de educación especial, no estamos hablando sólo de una escuela o colegio impartiendo conocimientos, sino que hablamos de una educación social, moral, familiar; que se unan todos estos y den la solución de las cosas simples que estamos pidiendo, porque ser diferente no es el problema, el problema es ser tratado diferente. Porque los discapacitados y aquellos denominados “especiales” también existen, y por si aún no lo notan… viven entre nosotros y con nosotros.

Como futura educadora, dejo sólo un simple consejo. Hagamos de nuestra estadía en este mundo algo simple, algo necesario, algo importante, algo para el futuro; enseñemos cultura también y demos un ejemplo de respeto a la diversidad, de respeto a los cerebros que son distintos, a las apariencias físicas que no son iguales, de respeto por lo diferente. Así de paso, aparte de ayudar a aquellos que aún no se sienten parte de esta sociedad, nos ayudamos a nosotros mismos a construirnos como personas y profesionales integrales.

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